II RUTA DE LOS FORAMONTANOS
II Ruta de los Foramontanos. Segunda marcha tematizada, Septiembre, 2015
De nuevo, ciudadanos procedentes de la Cornisa Cantábrica participaban en la II Ruta de los Foramontanos entre Cabezón de la Sal y Brañosera, rememorando aquella ruta que más de 1200 años atrás fue, sin duda, uno de los hitos a destacar en los orígenes de la repoblación de Castilla en el siglo IX y fruto de la cual, diez años después el Conde Múnio Núñez otorgaba la Primera Carta Puebla de España, el Fuero de Brañosera, en el año 824.
De nuevo fundadores de la asociación “Ruta de los Foramontanos” y otros ciudadanos procedentes de Cantabria, ataviados con vestimentas propias del siglo IX en su mayor parte confeccionadas por ellos mismos, partían el pasado sábado de Cabezón de la Sal a toque de bígaro, cuerno y tambor, para llegar a su destino, Brañosera bien mediada la tarde del lunes.
En la primera jornada hicieron noche en Bárcena Mayor tras atravesar los municipios de Cabezón de la Sal, Mazcuerras, Ruente, Cabuérniga y Los Tojos. Tras atravesar 16 km de bosque de robles y hayas y pasar por el alto de la Cruz de Fuentes fueron recibidos en la Hermandad de Campoo de Suso en el impresionante escenario del Castillo de Argüeso, donde sellaron “La Foramontana”, cartilla que acredita la participación en la Ruta.
Y la tercera etapa, de Argüeso a Brañosera, atravesando el hermoso paraje de Monte Mayor.
Excelente acogida de los participantes de la Ruta a lo largo de todo el camino por los pobladores de cada zona y sobre todo por el sector hostelero que ve en esta ruta una forma de dinamizar la comarca y con ello convertir este recurso natural y cultural en un producto turístico.
Se pudieron degustar en algunos establecimientos hosteleros “menús foramontanos” con productos como trucha, corzo, ciervo, jabalí, cerdo, liebre, queso fresco, frutos secos, ahumados, etc. que según los historiadores podrían ser típicos de aquella época.
No olvidemos que la patata, el tomate, el pimiento o el maíz, vinieron a España siglos después, con el Descubrimiento de América.
En total unos 80 kilómetros en tres jornadas de ruta “buscando el paraíso y hacer merced”, tal y como decía el Conde, para terminar en Brañosera, Primer Ayuntamiento de España.